Del patio colorado
en donde talaron una parra estéril,
en sombras desteñidas
por aguaceros y torrentes,
se escuchan tus palabras
y el eco acompasado,
de cada uno de los ponientes
transcurridos
por el Tiempo.
Palabras, sílabas y letras
circulares
que no acompañan un final
ni lo definen.
Mi mirada se encuentra en la lluvia
de esta primavera sin color,
Primavera de tu irreversible
Ausencia.
Ausencia blanca.
Ausencia negra.
Ausencia honda
y sólo
Ausencia.