Anochece.
Después el silencio
aún tibio el tacto
de la tarde herida.
Las sombras renacen
como olas
que volvieran del mar
persiguiendo tormentas.
Impaciente, la luz
se aleja mar adentro
donde el viento es distinto,
sus espumas ardientes,
donde el cielo se abre
para unir dos orillas
y la luna deriva
hacia el fulgor del abismo.
Anochece.
Las estrellas ausentes,
a tus pies dormidas.
\"Pájaros de niebla\" (2018)