Sopla la “S” como sin importancia,
salando así las palabras que pronuncia.
Si hasta cuando susurra lo hace, y así,
saboreo la sensual voz de sus mensajes.
Se hace la distraída y seduce.
Se hace la seductora y se distrae.
Se hace ella misma y arrasa:
Saltan y desaparecen las cosas a su paso.
Su mundo es superación y SuperAcción.
Su brotecito cuenta como parte de su ser:
Salvo a ella, dulce y siempre consentida,
selecciona a sus elegidos, los cercanos.
Si es tiempo de sufrir, sabe estar sola.
Si es para celebrar, sabe rodearse.
Se llama ¡Ssssh...silencio!...
Si no lo supiera, se lo escribo:
Soy, quizás por esa letra, casi suyo.
Edu Fantini