He visto varado
en la bajamar
mi viejo velero
que cansado está.
Sus velas ya rotas,
su timón virar
ya casi no puede
de viejo que está.
El viejo velero
que no aguantó mas
soportó paciente
su humilde final.
Con altivo orgullo
y honroso pesar
sus sucios maderos
quisieron quebrar
hundiendose pronto
para no llorar,
para ser grumete
del fondo del mar.
Mi viejo velero
era viejo ya,
mas era gallardo
y de buen navegar.
Mi viejo velero
me ha visto rondar
su mastil perpetuo
con triste mirar,
y ha sentido pena
de mi soledad,
nostalgia sincera
de buen capitan.
Mi viejo velero,
en el dia final,
sonrió clandestino
para no llorar.