Hoy te vi,
en mi recuerdo otra vez
mezclando tierra con miel,
y como a diario
soñé que algún día,
eternamente dormiré.
Son mis recuerdos sin esperanzas
o quizás, esperanzas sin recuerdos,
quiero y deseo morirme,
pero tiemblo que al morir,
me olvide ti.
Volví a ver en tus ojos
mis lagrimas de fuego,
vi llorando a la tierra,
y me tumbe en tu manto de yerba,
recuerdas aquella charca
en la que te mirabas,
se seco y murió,
porque pensó que la olvidaste,
creyó que pusiste
cautiva al ave,
que dibujaba con trinos
la tarde,
no sabia que murió
la que yo mas quería.
P.M. Pedro Monroy Gemio