Mal paso de paseos perdidos,
mal paso de rosas en el desierto;
pasos, pasos, paseos de rosas.
Antípodas vehementes, febriles,
que montan zapatos en rieles extraños,
ellos van por lugares indiferentes
sin reconocer el horizonte.
Pasos eternos de viajeros
que desearía borrar
en las hojas del tiempo
con lluvia que caiga
profusa del cielo,
misericordiosa y profunda.