Carlos Eduardo

D E S A T A D U R A S

 

Cuando pequeño se piensa que nada cambiará,

más tarde,

grande,

todo ha cambiado

y ya viejo,

nadie queda de los de entonces.

 

No obstante,

a eso que le llamamos amor,

real o irreal,

ahí está.

 

Pero, en ningún instante nos pertenecemos,

siendo lo que somos,

marionetas de un destino incierto

y desconocido.

 

Yo, tú, él,

cada cual 

o

cada quien,

toda la gente.

 

Por si le merece dudas.

 

Sin embargo,

consideramos

que ahí vamos

...

=====.

 

Sonata azul del elefante volador.