Como puedes ver
era la alegría de la huerta,
te debí defender
del simple,
pues hubo reyerta,
aquel individuo y yo
te dejamos boquiabierta,
con el cansancio te hice
una mala oferta,
tú actuaste
de manera experta,
fui yo el que no te dije
que mi mente no estaba
despierta,
y actué
de manera inexperta,
por dejarte triste
y no atravesar tu puerta,
mi alma en vida
esta muerta,
solo saber que eres feliz,
puede que lo revierta;
aquel elemento y yo,
no evolucionamos, y
nos debimos quedar
en Atapuerca.