Solo es una casa que fue luz efímera;
hoy es silencio de habitaciones vacías,
de espaldas a los resplandores de otras eras
sujeta en la memoria dormida
llevando el frío despiadado del olvido
que avanza lento, abriendo grietas
hiriendo muros desfallecientes.
Mientras llegan victoriosos
picos y palas para hacerla escombros.