Pálido era la luz de luna,
rozando las olas escalofriantes
arrastraron sin aliento hasta la playa,
afferándose a restos flotantes ,
cual sobrevivientes náufragos
en busca de secretos extraviados
en laberintos de hierba de pampa,
donde a propósito tus huellas
engañaron a ecos de susurros,
devorados por una noche nefaria,
cautivos por su propio engaño
en las prismas de tus impasibles lágrimas,
apareciéndose todavía en las dunas del viento
David Arthur ©®
La foto por cortesía de María Isiszkt