Entre algodones
Solo esa mirada deja en minutos una moraleja,
cambia mi rutina por una sonrisa, deja mis pies fuera de si,
derrama el reloj con una pausa, sugiere un secreto,
duerme el silencio compartido y despierta el tacto.
No es una mera companía, alberga la travesura adolescente,
el arrebato desmesurado y la intención contenida.Tal vez...
Solo la mirada guarda su rostro con la saciedad enamorada,
cuando sus ojos devuelven lo que no pueden dar,
pero saben que existe y lo pierden por los principios,
el destiempo que la aloja, el futuro que se hace presente,
y el riesgo de desandar el itinerario de un cíclico puente.