Nohelia Menjivar

Amante

Delicioso manjar que se escabulle por debajo de las sábanas,

alimentando la sequedad que se dispersa en mi.

Perdiendo el equilibrio de las emociones,

embriagándonos con pasiones,

rozando y rozando, hasta acabarnos.

El habano que llevas impregnado lo dejas en mis labios, 

y te marchas.

Veo tu donosura a través de la persiana que esta tan lejos, y a su vez tan cerca.

El alhelí que conforma tu patio adorna tu beldad pura.

Mi atenea del olimpo, 

me seduces, alterando mis sentidos lascivos

cuando pasas con tu uniforme de camarera,

a las seis treinta montada en la moto de tu insípido novio.