Estos días que pasaron detrás
fueron un desastre.
A veces hubo fieras
madrugadas, desgaste
En mi entender, infeliz lastre
fueron mis pasos y sin enjuague
iban mis levantes.
No entendí al universo ni sus partes
ni el porque mi vista fue desangre
no comprendí el amor y que es
en si, ni cuál su fin que atañe,
ese amor que es la fiesta
la emoción, la noción tan padre
tan increíble, tan entera
tan fresca.
Estos días que pasaron detrás
fueron un desastre
Y fui peste y alarde
al no tenerte , fui barca sin fichaje
sin navegar en tu sonrisa etérea
al no tener tu respiro, tu frase
que era y es ánimo en voltaje.
Esto días que pasaron detrás
fueron un desastre
me sentí inmersa en la pena
por no estar
a tu lado, plena
de ti y de tu mirada serena.
Mi tiempo fue cortante
crujido tan sedante
como ansiolitico dopante
como un letargo dominante
como chillido de un cristal que quiebra
lentamente sin repare.
Mis días sin ti fueron desgrane,
un total desastre
como un monte en deslave
sin sentir amor que es realce
aquel que es motivo y brebaje
para el buen vivir y no tirar el traje.
Mis días fueron un desastre
sin ti mi letra fue efímera
tinta, y voz que desintegra,
fui vista perdida, desecha
aura solitaria y hueca
una espina y rosa en primavera
muerta, aplastada sin mueca.
Mis días sin ti fueron un desastre,
mi ternura fue arco sin flecha
noche sin estrellas
sol sin calor ni fumarolas puestas,
fui olvido, fui tristeza.
Fui muestra
de un suelo en sequía, de restas
sonrisas, de violentas
injurias y descontentas
ganas de no salir al abordaje.
Fui necesidad de hablarte
de verte de decirte lo alarmante
que fue El desgarre de mi sangre
de mi labio al no besarte
al no contarte
que mi día vagaba sin arte.
Ya que reapareciste no quiero soltarte.
porque Tú eres mi mayor engrane.
Mariana Gutiérrez, octubre 2018