Escuchaba la luna
a los mares cantando,
o quizás las sirenas
por la playa del brazo,
un rumor increscendo
anunciaba el adagio,
la pasión reprimida
y hasta el beso en los labios,
todo esto en los versos
y en las rimas del canto,
y el abrazo incipiente
de la luna y sus rayos,
aunque abajo, las olas,
se estiraran un tanto,
a dormir en su cama
y en el lecho dorado...
Era linda la escena
y la imagen del cuadro
con la luna en el cielo
vestidita de blanco,
su carita de plata,
medallita de estaño,
y la voz melodiosa
que nos deja su encanto
y vendrá el nuevo día,
cual feliz aguinaldo,
acostando a la luna
y sus ojos cerrando,
y, de nuevo, el silencio
volverá con descaro
a volcar en susurros
los recuerdos de antaño...
\"...Escuchaba a la luna
un poeta cansado
que buscaba en los versos
aquel niño lejano...\"
Rafael Sánchez Ortega ©
14/09/18