La lluvia cae despacio,
se desliza en los cristales,
y deja en su lento paso,
una imagen refrescante.
Mi mente vuela hacia ti,
viaja sin ningún alarde,
con el corazón desnudo,
porque debe confesarte,
tienes lindos sentimientos,
un ser, sin duda admirable,
me despiertas el amor,
con el cuidado más suave.
La distancia es el castigo,
que provoca mis pesares,
quiero que regreses porque
me socorres con mis males.
Con la palabra certera,
pronto logras el rescate,
de difíciles momentos,
que siempre suelen cruzarse.
Sin ti, siento soledad
estar solo es sofocante,
llega la triste penuria
nada existe que la ablande,
mi corazón está inquieto,
por estos días cruciales,
debo tener fortaleza
para enfrentar el combate,
con que me reta la vida,
por eso debo blindarme.
Tu presencia es bendición,
provoca mi buen talante,
me da confianza total,
¡Es un éxtasis amarte!