Amanece el instante insistente
de un latido púrpura constante diluido en pasión,
frágil suspiro cayendo en idilio,
parece que un silencio enmudecido
nos calla a las velas del naufragio del deseo,
sin hablarnos nos amamos a escondidas del miedo.
Sin pensarnos nos buscamos
aún en las cosas que no existen,
no marcharemos sin dejar huellas en sus raices,
corazón acelerado, vertiente de ilusiones,
nos ha lanzado la inercia del amor
a los brazos del refugio.
Mentían los ojos pincelados de amor,
tallados por la esencia miel que erigieron las miradas,
no podemos negar que el sol existe
aún si mora encubierto por las nubes,
no se calla al amor estando enamorados,
residentes de recuerdos, pasajeros al olvido.
Aunque mueran los siglos persiste la inercial del amor,
nos arrastra a la era alucinada,
ensoñados en la fantasía que parece eterna,
viviendo primaveras estando sedientos en verano,
no escampa en este invierno de versos y romances,
nos gusta bañarnos en las letras del amor.