Somos carbones ardientes
Pasiones incendiarias que se desvelan en las tinieblas
Reposamos humeantes en el inadvertido tálamo
Hasta someternos rendidos en el íntimo abrazo
Una mirada furtiva, una mano inquieta
Recorro tu pecho con total sutileza, pleno de aventura y encanto
En la timidez de mi aliento suspiro inocente
Al asomo de tu vientre, me rindo dispenso de culpa
Oh virginal figura de mi pasión cautiva
Entre tus llanuras y montañas asomo al efluvio de tu matriz
Inasible, celestial presagio de éxtasis y locura
Nocturno, en tinieblas, tus sueños como cantos sacros me invaden
Precipicio inquietante, me miro en él y él vuelve a mi
Pupila entreabierta me niego al olvido
Despertaré mañana,
Estarás aquí y yo en ti