Va aumentando esta pena mía,
esta incertidumbre, este dolor inverosímil
que no le importa la lluvia de mis ojos.
yo he sentido el largo letargo de la ausencia
de unos besos que volaron sin retorno,
fallida es toda esperanza,
muerto el afán de volverme a mirar en sus brazos.
Ha sido fatal poder caminar hacia adelante,
hacia el edén de la paz que alumbre mi desconsuelo,
voy a paso rápido, pero se hace lento el olvido,
todo empeño de alegría ha sido en vano
porque aun en el dolor inmerecido
sueño con la guía de unas manos que ya no toman las mías,
y así sigo en el desierto, lejos de la tierra prometida.
AETOS
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18-12-2018