Bebo del jugo del tiempo,
que me alimenta y condena.
Al albur de sus caprichos,
que calma o me desespera..
Sueño lagunas de sueños,
que adornen mi duermevela.
Y me abrazo a su tic-tac,
para que me tenga en cuenta.
Tiempo que flotas desafiante,
por encima de mi testa.
Y tu mirada constante,
desafía mi entereza.
Tiempo que el tiempo me robas,
arrebatando mi esencia.
La esencia que se consume,
entre tus fauces etéreas.
Libo de tu independencia,
para alimentarme de ella.
Agridulce en su sabor,
como el viento de una hoguera.
Miro de frente a tus ojos.
Y los míos parpadean.
Incapaces de aguantar,
de tu mirar la dureza.
Tiempo que me solicitas,
como una amante perfecta.
Para rendirme a tus pies,
cuando tenga a bien vuecencia.
Sueño contigo pensando,
que cuando duermo te ausentas.
Pero envuelto en pesadillas,
lo contrario me demuestras.
Tiempo tozudo y burlón,
que consumes mi osamenta.
Vas afilando tus dientes,
con los huesos que me quedan.
En fin, caprichoso Tiempo.
Que sutil me zarandeas.
O sin ninguna compasión,
a mi cuerpo vapuleas.
Déjame bailar contigo.
Tiempo que acosas y acechas.
Balanceándome en tus brazos,
para aguantar tu presencia.
A. L.
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