Por Alberto JIMÉNEZ URE
«No merecen perdón: demolieron nuestras vidas, propiedades, familias y república. Asesinaron la juventud rebelde que protestaba en las calles, pero también a quienes no pudimos acompañarlos porque estábamos viejos y sin vigor físico. Los arrastramuertos sabían lo que hacían. También tú si [canallesco] los has absuelto»