No es de sal mi lamento de estatua
Sino de aguamarina o lágrima celeste
Tampoco es una queja de consumidor posmoderno
O un reclamo malintencionado a destiempo
Es que la voluminosidad de tu ausencia
Me reclama consuelos en la nostalgia
Y una nube de risas se desplaza en el recuerdo
No es otra calle la que pasábamos en sueños?
No fue en otros valles que supimos del desierto?
No fue accidente tu mirada abisal
Y mis ganas de saltar al vacío
Y nuestras almas imantadas de amor
No fueron silentes nuestros renunciamientos
Ni las cañas bajo el mar
Ni los brazos tendidos en el cielo
Ni las pestañas onduladas de la tierra
O la tibia lluvia de olvidos
Y el sol incandescente de recuerdos
Todo fue perfecto
Todo estuvo a tiempo
Y hoy se descompone irredimible
Lo que no fue aderezado
Con la sal de los sueños