I
Tiene el arduo compromiso
Que con mis versos divinos
Y la unción del altísimo
Adorare por siempre
Al dador de este talento
Un regalo celestial
Que me dio la facultad
De crear preciosas alabanzas
Que llenan de esperanzas
Aquel que las ha perdido
Porque se encuentra aturdido
Por las acechanzas del maligno
Aquel que con sus engaños
Lo alejo del rebaño
De mí amado Jesucristo
Aquel que con sus cuidados
Te enseñara lo hermoso
Que es estar bajo su abrigo
II
¡Mi labor como salmista¡
Es la labor más exquisita
Que debe ansiar todo adorador
De escribir preciosas melodías
Que perfumen el altar de Dios
Con aromas celestiales
Que derramen las bondades
Que nos da el Espíritu Santo
Con el aceite de la unción
Estas alabanzas traspasan todo límite humano
Logrando lo sobrenatural
Porque esta poderosa armadura
Mueve la mano del altísimo
Dándonos la potestad
De romper toda atadura del enemigo
En su nombre
Porque él está vencido
Con su Maravilloso poder
III
¡Hoy más que nunca¡
Te doy gracias maestro
Por regalarme este talento
Para expresar con mis versos
Todo lo bello que siento
Cuando estoy en tu presencia
Que hermoso es sentir alegría
Al plasmar en mis poesías
Alabanzas al que vive por siempre
El que siempre está presente
En cada paso que doy
Mi guía y mi bastión
Mi roca y mi protección
A quien le rendiré pleitesía
Por su supremacía
Ahora y en la eternidad
Por darme la satisfacción
De ser llamada su hija
ENEIDA JOSEFINA BRAVO REALZA
POETISA DE JESUCRISTO
EL BAÚL-VENEZUELA
07/10/2.018.
10:4 A.M