Todo es pasajero en esta gran vida;
la juventud, la música, el amor.
Mas, cuando el amor pasa da dolor,
pues, sin remedio el alma queda herida.
Queda el recuerdo, esa chispa encendida
sin extinguirse de la paz interior
y al corazón lastima con furor
con nostalgia en el alma escondida.
Espina del alma, aguijón de rosa,
tortura de AMOR que siempre perdura
y que renace en cada primavera
con la belleza de una mariposa.
Por tu amor fugaz de mujer madura,
mi corazón late, sufre y espera.