Inmutable cohesión de emociones se manifiestan la madrugada de una lluvia de estrellas, el encuentro de dos almas en un delirio por ser escuchadas;
Desaparecen los muros que contenían su desdicha, se hacen invisibles ante sus miradas, se destruye y desmenuza la enfoscada verdad.
Esos diminutos mundos en confluencia cósmica, danzan entre el viento inmortalizando un instante en el tiempo.