Tus ojos y mis ojos
fueron compañeros
de cielos azules y desiertos rojos
descubrímos senderos íntimos
entre los palmeráles
tus pies y mis pies
caminaron por calles elegantes
y por andurriáles
te miraba de frente y me hundía
en tu mirada, me sumergía
en el agua serena y tu presencia
la animaba, me despertaba
cuando dormías y no sabía
si soñaba.
Te ibas por la mañana
por otro camino y yo me
preguntaba si algún
día se rompería nuestro
destino.