No dejes que la seguridad de la compañía
se lleve nuestra traviesa complicidad,
permíteme asombrarme cada día, cada hora
con una nueva mirada, novedosa expresión.
Cuéntame tu vida sin reparo, sin censura
enséñame a la niña, a la doncella, a la inexperta
aquellas otras tú, que maduraron y se colaron en ti,
la mujer fuerza, poesía, canción y utopía.
No permitas que cambie nunca, no me sueltes,
jamás mezquíne mis palabras o encarcele emociones,
que de por sentado que eres mía, y que tuyo yo soy,
de lo contrario, nuestro vuelo se tornará monocromático.
No dudes en mostrarme tus facetas, infinitas dimensiones,
las cálidas y las heladas, las dulces, las amargas, las que niegas.
Recuerda que somos co autores y estelares, incluso los extras
de esta historia emocionante en color.