Mirando tras mi jaula
Atraves de dorados barrotes
Vislumbro el inmenso celeste
Expandiéndose al infinito
Bañado por Helios
En oro o plata
Gran avenida
Cortada por la brisa del norte
Arrastrando contigo
Aves y polvo
Tu tristeza nutre la tierra
Tu felicidad la ilumina
Y tu ira restalla cual látigo esclavista
Capaz de arder tu interior
Maravilloso telón omnipresente
Eterno espectador de vida y muerte
Que daría por volver un día
A dejar arrastrarme por tus vientos de melancolía
Observas impasible mi cautiverio
¿Acaso no extrañas mi aleteo?
Cual cruel dios humano
Me obsesiona tu desprecio
¿No escuchas mi canto?
¿Te son desconocidas mis alabanzas?
¿Mis chillidos de dolor?
¿El piar de un alma?
¿Me estas castigando?
¿Me estas purificando?
¿O solo no te importa
Que este enjaulado?
Oh...que daría yo
Por solo un día
Volver a dejarme arrastrar
Por tus vientos de melancolía
Me imagino recorriendo
Atraves de algodón de sueños
Iluminado por la luz del cielo
Tu inmensa infinitud
Pero si la jaula se abriese
¿Podría salir?
No…ya no soy tu siervo
Te anhelo y te desprecio
Libre ahora
Te veo accesible
Una inmensa infinitud
Al alcance de un aleteo
Y, sin embargo
Ahora solo anhelo
Mi jaula de barrotes dorados