Estuvimos para ser
y no llegamos para contarlo
vimos el final
y nos enredamos al principio
para nunca empezar
lo que se veía tan claro
en cada espuma de mar
vivimos una vida
y nos faltaron once
llegamos a la luna
(el reflejo de mirada)
en silencio
y paro la Tierra
a ver un eterno beso
que prometería a la vida
el mejor amor del universo
y a las doce, todo quedo
en un triste y mudo verso