Tu muerte fuera de Granada sería accidental
siendo niño respiráste los aires de la Alhámbra
y escucháste los cantos nostálgicos de la zambra
y ahora solo te acompaña la voz doliente de tu Estrella Cenital.
Es por ello que morir en Granada es lo más natural
pues es allí donde nacen las rosas y los claveles
donde los artistas con sus palabras y sus pinceles
describen el amanecer y el ocaso con luz cenital.
Ay, Granada llorada por el moro
Las aguas del Dárro llevan oro
y del Geníl para el Río Grande aguas mil
para el Abaicín la nieve y la cal son espejos.
Ay, Granada llorada por el moro
allí moraban los gitanos de leyenda y la Guardia Civil
que fueron figuras legendarias de cuentos viejos.