Malegria

El camino del siempre

El frio homicida arriba con la noche y con esta imparable lluvia;

Mis manos se van congelando lentamente,

 Y las heridas ya secas toman un color morado muerto; 

Quizás por que hacen parte de un pasado muerto y aborrecible.

No por eso estas manos quieren callar (esos eran otros tiempos);

Del mismo modo en que estas manos me auto laceraron,

Trato de plasmar en estas líneas una narración que va solo dirigida al ser que la inspiro.

 

Quisiera poder escribirle con una sangre pura;

 Una en la que no rondaran partículas del ayer,

 Pero seria inútil,

Una vez se nace y se respira por primera vez en este mundo,

Se intoxica nuestro cuerpo con mil y una de las desgracias de la humanidad.

 

Aunque carezca de inocencia mi mirada,

Aunque mi boca este carcomida de tanto odiar,

Aunque mi cerebro no repose tranquilo en las noches,

Y aunque mi vientre tenga las heridas de la depresión;

Hoy se convirtió en mí siempre.

 

Si caminando se hace camino,

Yo puedo decir que caminando encontré la vida,

La misma que un día había salido corriendo de mí.

La encontré en la mitad de la carretera,

Entre los matorrales, untada de barro,

Pero en su esplendor como nunca la conocí.

Sí, ella estaba enfrente de mí

Y yo la desconocía por completo;

De algún modo increíble mi ser había cargado con tanta angustia,

Que no escucha las palabras del mismísimo Dios,

Así que mucho menos iba a saber lo que era VITALIDAD.

Esa resurrección de alma que nunca espere tener,

Borro en un segundo las marcas de la desgracia;

Pero más que borrar desfogo lo que había estado reprimido por tantos largos años.

Descargue por algunas horas mis pesadas cargas,

Que ni siquiera eran mías.

Y cuando mi cuerpo exhausto emanaba pútrido sudor,

Alguien toco mi hombro,

¡Por Dios que era bello! 

Era usted.

 

La vida se había compadecido de mí,

Y libero mi alma de sus penurias,

Recompenso los años de penumbra

Con un hombre.

No uno perfecto, porque por supuesto que no existe

Pero si con un ser extremadamente generoso;

Él fue moldeado la cada gota de mi sufrimiento,

Y con eso mismo consiguió ser mi reflejo,

Pero no el de los años infernales,

Sino el de mi verdadera alma;

La que ni yo misma conocía porque me estaba estrangulando la sociedad y la soledad.

 

 

Como se siente de extraño estar vivo…

 

Todo adquirió sentido por completo;

La lucha, los sueños, Los deseos,

Los sentimientos, Los ideales,

LA VIDA.

 

Usted hombre hermoso,

Es el único responsable de mi renacimiento.

Gracias por ofrecerme su mano para salir de las tinieblas.

Caminando con usted,

Recuerdo cada instante que estoy viva.

 

Nuestro camino cada vez es más largo,

Andamos día a día entre sueños y esperanzas maltratadas,

Combatiendo lo que nos ataca nuestro pequeño pero prometedor mundo;

Caminando vivo mí sueño,

Y con usted estoy dispuesta a caminar hasta que la muerte se acuerde de mí.

Le ofrezco el resto de mi vida y los pasos que me quedan dentro de ella,

A usted mi hermoso  redentor.

A usted que convirtió el ahora en mi siempre,

A mis sueños en eternidad,

A la libertad en mi oxigeno,

Y a mi cuerpo en pasión.

 

Si bien mi sangre no es digna de su ser,

Estas líneas se las escribo con las lágrimas más sinceras,

Que no brotan de mis ojos sino del sentimiento más puro de mi espíritu,

Causado por el regocijo mas inocente de su presencia.