Sabes la hora en la que un llanto necesario
Se convierte en una marejada destructora
En apariencia se destruye todo a su paso
No es una desaparición
Es un nuevo comenzar…
Queda desolado e inmóvil
Restos y pedazos
Que si bien ya no se pueden unir
Tampoco hace falta.
Poca es la forma en la que estos trancazos,
Tienen una explicación válida para mí en este momento,
Todo es absurdo y nada sencillo.
Parece que mi miedo me teme,
Ya lo estoy dejando fluir y cada oleaje…
Va desengranando la escollera construida
Esa que construí para proteger la esperanza
Sin embargo, la esperanza no debe conllevar miedo
Mucho menos falta de dignidad ante lo inevitable,
Tampoco debe conllevar conformismo,
Y fatídicamente tampoco debe permitir que no se devuelva lo que merezco…
Amor, confianza, paciencia, lealtad, compañerismo, imperfección, risas, dudas, vivencias locas… y tanto…
Ni tu estas para tanto ni yo para tan poco,
No, mi esperanza está teniendo la llegada de tu huracán.
Y estoy permitiéndome que se lleve todo a su paso…
Culpas, negaciones, exclusiones, desconfianzas, temores, miedos,
Todas las innegables emociones que apretujan mi mente y se acolchonan en mi corazón.
Llorare tanto hasta que me seque como el desierto en el que vivo,
Proclamo inminentemente que si el miedo es lo que me detiene a olvidarte…
Aprenderé dolorosamente a olvidarte con el miedo a cuestas,
Que la vida sigue… la vida que merezco esta justo después del miedo…
Justo después de ti…
Amor mío… amor de mi vida y la vida…
Con todo mi amor espero que este oleaje te lleve…
Y que te arroje en el lugar que mereces.
Amor mío… ya no vuelvas…