Fueron meses disolviéndome
en la Nada,
reencarnada mi alma,
en seres disímiles y siniestros,
pero igual seguí
amando
a tus ojos vacíos y sin Luz,
que ahogaban recuerdos y
el Presente.
Oye, escucha!
esta música
de mi Renacimiento!
Oye, esta voz suave y altiva
que brota de mi pluma,
desde el más fogoso
Interior de mi alma,
casi aniquilada
por Ayeres sucios y amarillentos
de Tiempo transcurrido indolente,
sin cesar ,
y sin piadosos sentimientos.
Pero, aún sigo viva!
Envíame aquella dulce sonrisa
que había perdido,
borrada
de mis gestos,
por horrores padecidos,
encolumnados de Muerte
y blanco mármol.
Búscame !
y me encontrarás jamás Vencida!
Asesino
de mis lluvias, amaneceres y vientos!