Te la llevaste,
me la robaste,
en la maldita madrugada
me arrebataste lo que mas quería,
con que permiso?,
!con que maldad lo hiciste!,
La flor de mi vida,
el ruiseñor de las palabras,
la poeta del alma.
Yo te maldigo a tí,
y a toda tu generación de por vida,
Jamás sentirás paz, ni noche tranquila,
tús demonios, trastearan tu cabeza,
arastraras tus pasos eternamente,
tús llagas no conocerán cicatriz,
tús lagrimas negras
rodaran eternamente,
tús pies encallecidos,
se llenaran de jirones sanguinolentos,
tús palabras, te romperán la garganta.
Madre piadosa … madre de todos,
madre nuestra, deja ya,
que duerma en tu regazo inerte,
mé cela en tu ternura poderosa,
en tu seguridad madre mía,
hazle la muerte hermosa,
parece que sueña ya …
tenla a tu lado,
cuida que no despierte mi hija,
ahora que por fin reposa.
P.M. Pedro Monroy Gemio