Jesus de los Angeles Valdivieso Alarcon

La flor marchita

Lo pasajero inevitable es;

Más si tuviera buena tierra,

Allí, yo te sembraría,

Y con las lágrimas de mis ojos

Feliz yo te regaría.

 

Lo banal es imprudente;

Pues abono no te faltaría,

Y aunque el sol se escondiese,

Calidez con mis manos te ofrecería.

Y al final tu florecer yo observaría.

 

Lo imposible decepcionante es;

Pues en mi jardín yo te tendría

Y cariño a mil te sobraría;

Por la belleza de tus hojas,

Pendiente de ti siempre estaría.

 

La tristeza inoportuna es;

Pues nada de eso tengo para ti,

Ni buena tierra, ni buen abono;

He aquí, flor marchita,

Aunque todo eso tuviese,

Con nada te reviviese.