Dos islas separadas por el mar,
con aguas tan profundas y saladas,
Y que no se interpone en las miradas,
y no impiden que yo te pueda amar.
Este estrecho pretendo de anular,
con un puente en columnas cimentadas,
que soporten tormentas desatadas,
y que nadie nos pueda separar.
Con un puente de amor en nuestras vidas,
océanos tan bellos cruzaremos,
fusionados de gran algarabía.
Curemos con mil besos las heridas,
nuestras manos jamás separaremos,
en un mundo de amor y fantasía.