SIN MOMENTO.
El café esfumó de nuestro momento,
como el tiempo se esfuma del anhelo,
así la sospecha se hace presentimiento,
pregón de lágrima, ansia y desconsuelo.
Más aquellos momentos quedan,
detenidos pero no en el tiempo,
sólo en el alma y el pensamiento
y aunque están.. No se esperan.
La vida es moneda gastada,
fraccionada en instantes,
que idos, breves y constantes,
se llevan todo, no dejan nada.
Quizá solo quedan recuerdos,
entre ansiedad de presencia,
pero los olvidos no lerdos,
borraran su magra existencia.
Sí. Sólo quedan remembranzas,
frágiles y sensibles al olvido
y rescoldos de aquel fuego,
un día por el amor encendido.
¡Cuántas ansias y añoranzas,
se consumarán en olvido!
Y se fue el tiempo en su instante.
… El amor no pudo llenarlo
y por más que quise retornarlo,
mi corazón estaba ya agonizante.
Y se quedó el café sin tiempo,
frío sobre la mesa y silla vacía,
sin vaho, sin aroma, sin aliento.
… Así de fría, quedó el alma mía.
Autor: Víctor A. Arana
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Octubre 10 del 2018.