En la primera música terrenal
con arpégios de fuego, viento
y agua, sonó el canto solista
de un pájaro que se adelantó
a saludar al lucero del alba.
Después, siendo primero
la tierra fecundáda
nacieron los hombres y las mujeres
que aprendiendo de los animales
se unieron en espontáneas
y amorosas pausas, dándose
los primeros besos que fueron
balbucéos de virginales palabras.