A días de tu ausencia...
siento el vacío de tu presencia,
aquellos difíciles días estando a tu lado
me permitiste ver la fortaleza innata en tí...
me enseñastes como luchar aún en los últimos momentos de tu vida,
tomar con entereza y con el alma firme que ibas partir,
que la vida es así, y con defectos y virtudes que bello es vivir!
en tu lecho y consciente de tu viaje a la eternidad, me diste más vida.
Fue sinceramente amor puro el tuyo,
ver por los tuyos, desde ahí donde estabas seguías al frente de todo,
el amor por tu madre, esposa e hijos es inmenso...luz que jamás se apagará!
Día a día luchando, enfrentando con temple los golpes profundo que tocó recibir...
sin embargo, le diste batalla, sin desmayar y con serenidad aceptamos que ...
que... la vida decidió que era hora de descansar, sin rubor ni temor ni miedo...
Quince de septiembre, día de enorme orgullo, del cual me permitiste estar a tu lado,
y como acordamos, todo se hizo de acuerdo a nuestro pacto.
Padre mío te amo por siempre y más allá de está vida, por que aunque a veces...
a veces... nos embarga la tristeza... sentimos tu luz, tu ser y tu energía siempre,
es por eso que siempre hemos de amarte cuidarte y recordarte...
Hijo, Padre, Esposo, Amigo leal, honesto, integro a carta cabal...
tus sueños cumplidos hiciste en tu andar...OH! gran jugador de fútbol de años dorados...
ahora en tus nietos se refleja tu herencia deportiva...
Culminó estas líneas dejando tu esencia en Zuly, el eterno ángel de nuestra familia que ahora
vive en ella la energía pura de tu amor...
Te amo Padre.