Ella, tiene un amor inmarcesible
algo tan propio que solo ella puede dar.
Busca caricias suaves, ligeras y lisas
en inviernos fríos y ajenos al tiempo real.
En su nido de vida,
viven ásperos recuerdos de travesías pasadas.
Aun así, su corazón tiene un sonido melifluo
que hierve la tierra de sentimientos.
A su alrededor todo resplandece de colores vivos,
pinta paisajes con pequeñas y provocadoras sonrisas,
de forma que el mundo ríe con ella.
El universo al verla se detiene
hecho inefable que consigue con naturalidad.
Su carácter acendrado
marca un estigma de bondad con quien le conoce.
Ella, hizo de la vida una facilidad
y mi vida la volvió limerencia.