Cuando el viento por fin nos junte
cuenta que somos ceniza
cuenta que somos distancia
que somos aves de distinta
raza, cuenta que eres sal de India
y yo miel de abeja Inca.
Cuenta que yo soy Venus
y tú eres Marte, que
nuestras cargas se repudian
cuenta que tú eres el rey sol
y yo la plebeya luna
y que ni el tiempo nos junta.
Cuenta que no somos ensamble
Ni él hambre
con las ganas de comer
cuenta que no somos estambre
Y aguja, has tus trucos del saber
como mago que mucho sabe hacer.
Engañales, al mirar en la calle
mi cara pincelada en goce
no digas ni una palabra, con llave
enciérrala, quédate quieto como estatua
de marfil, sin bailar un swing
ni tu cuerpo en entalle.
Cuenta que tu ama y la mía
no son nada, Que somos sequía.
Que nadie hile la verdad
de que tu boca y mi boca
salpican ambrosías
De fantasías.
Que nadie vea galaxias reflejadas
en nuestras miradas
ni que tú eres mío y yo soy tuya
y Que el cielo enlazo nuestra fortuna
solo así tendremos clara
dicha cristalizada.
Tu escuchándome entre letras
yo cantando poesías que van
directo a tu alma, tú con fuerza
eludiéndome y yo tan
íntima latiéndote contenta
estimándote tan mío, entera.
Que ni la sombra vea muestra
que somos como aire
y Respiro, mar y oleaje
que somos unión, tú y yo
sueño y anhelo, carne
y sangre, tú mi poema,
yo tu artesana eterna.
Que nadie sepa
que nadie vea
que somos tinta y letra
una bella obra constante
y que en el amor hacemos arte.
Mariana Gutiérrez , octubre 2018