DEJÉMOSLO EN MANOS DEL DESTINO.
De tantas cosas me sentía dueño,
Aunque tu corazón tenía inquilino,
¿Cómo haces? ¿Renuncias al sueño,
Te conformas con tu adverso sino?
Realmente, renunciar no va conmigo,
Quizás en escribir, se me vaya la vida,
Tampoco quisiera ser sólo tu amigo,
Amores así, difícilmente uno olvida…
Así que por ahora, un hasta luego,
Sigamos cada quien su camino,
Y aquello que comenzó como un juego,
Dejémoslo en manos del destino.