Deshiciste cada uno de mis planes con tanta facilidad, tú volviste alcanzables aquellas metas que parecían imposibles de alcanzar.
Regenaraste los sensibles pétalos que una vez te mostré, les diste vida porque sabías que eran importantes para mí.
Dime, ¿Qué puedo hacer por ti? Cualquier cosa haré. Te entregaría mi corazón, si eso te hiciera sentir mejor.
Sólo tienes que pedir. Esperas una canción de amor, y yo escribo letras desde más íntimo de mi corazón, únicamente para ti.
Un jueves, un viernes, si quieres, un aburrido lunes para hacer muy agradable tu atardecer, en el que dices pensar siempre en mí.
Desde el momento en que decidiste elegime para acompañarte en tu andar, inolvidable.
Construiste un mundo imperfecto que ahora soy capaz de valorar. La realidad es tan hermosa desde que comencé a pensar en ti.
Contigo todos los defectos desaparecieron para mí, el pasado y el futuro perdieron importancia desde el instante en que te conocí.
Dijiste que era yo el mejor y una lágrima se derramó dentro de mí. Permiteme decirte que el verdadero amor me lo mostraste al enseñarme a perdonar.
No necesito fotografías para pensar en ti.