La última dama del bosque.
La última dama del bosque
camina entre lobos tercos,
entre pájaros dadivosos
y entre torpes riachuelos.
Entre pinos y eucaliptos,
la dama da huella al paso.
La dama va caminado,
es el alba y el ocaso.
La última dama del bosque,
aquella mujer sin alas,
le canta al río que canta
y al mundo de las palabras.
La letra se ve en sus ojos,
la marca se ve en su piel:
misterios y sinsabores
la ven vestir de mujer.
La última dama del bosque
camina entre lobos tercos:
oliendo a pasto torcido,
se va de cara al invierno.
En sendas, por la utopía,
la dama da huella al paso.
La dama va caminado,
es el alba y el ocaso.
A Claudia Jara.