Se nos hizo tarde la vida,
tu recuerdo es ya
un ocaso que se muere en la noche de mi olvido:
desde que no estas los versos
se han vuelto vacíos.
Poemas que nos aferraron el alma, tardes donde dormias a la orilla de mis labios,
caricias,
esperanzas que ahora me toca quebrar con esta soledad.
En cada esquina de la memoria dobla el silencio de tus ojos que ya no he vuelto a ver.
Dónde podre esconder esta vida, la necesidad de extrañarte,
tan definitiva y despiada,
esta que me quita la vida lentamente.