Tonadas celestiales se escucharon
aquel día, grandioso e inolvidable
en que llegó un regalo inigualable,
¡Reconozco sus ojos me atraparon!
Todos mis sentimientos se ablandaron,
con ella fue un fenómeno insondable,
ejemplo del amor insospechable,
que todos mis amigos festejaron.
Emma cumple el primer aniversario,
una niña colmada de ternura,
custodiada en pulido relicario.
Su sonrisa es oasis de frescura,
despierta el candoroso comentario,
de una maravillosa tesitura.