Calle arriba encuentro tu risa,
sutil, discreta y sincera,
exquisito y rosado marco la guardan,
labios risueños, labios traviesos.
Calle abajo se acentúa tu finura,
torneados muslos, esbeltos gemelos,
Al final del camino, de fina porcelana
tus pies de geisha copan mi mirada.
Calle arriba está mi deleite,
cartografiar al detalle todas las formas,
los ángulos y vectores, planicies y montes
de tu imponente y singular cordillera.
Calle abajo sin duda alguna,
encuentro la paz, también la locura,
sometes mi hombría mientras sustentas mi alma,
calle arriba o calle abajo, tu eres mi mundo.