No necesitamos nacer con alas
pues el universo en su misterio
ha puesto más de una forma
para sentir que volamos.
Así es de impredecible nuestro proveedor
al que algunos llaman naturaleza
y otros tantos Dios
pero no importa como le digamos
o a la textura que lo asociemos
este anfitrión es como un genio
un mago que lo ha pensado todo.
El artista más grande del cosmos
en algún lado sembró alas
y ha sabido hacer de los escombros
arte impensable merecedora de todos los premios.
He visto como me brotan las alas
por la mirada de una mujer
en el llanto de un recién nacido
en un tejido de huesos y piel.
He comprobado que las alas
son como los milagros
todo mundo piensa que escasean
pero siempre rondan por allí
solo que para observarlos
se requiere del sacrificio
y este es...
sacudirse del polvo.