Al sincerar su alma,
su corazón, su sentir,
el miedo total la invadió,
sintió tal cual fuego, sus palabras quemar,
así murió el poco de humanidad que quedó,
escondido en el rincón más oculto de aquella esencia
que poco a poco se desvaneció.
Él le pidió redención,
quiso volver a tener su amor,
más era tarde,
pues la vida ella dejó escapar
y tras la nube espeza de olvido,
esa mañana se echó a caminar.