Santiago Miranda

Aceptar la suerte

 

Cuya decisión; inapelable
Ya que solo ella es cierta
Ley sin duda, indeclinable

O la invitación abierta
Perpetua, irrevocable
De un incierta certeza:

No sé sabrá el momento
Ni el lugar o la forma
¿Estaré ahora muriendo?

No, ello no importa
Aún uno construye, amoroso 
Sus castillos en volátil aire

No sé sabrá el momento
Ni el lugar o la forma
Y se abraza la incertidumbre

Ay de quienes se mataron antes
Del tiempo por no soportar la angustia
Miedo a la muerte es también a la vida

Y morir en cualquier instante
Sin saberlo, sin esperarlo
Incluso, casi sin uno darse cuenta

De pronto se apaga
Se acaba, el resto es duda