Trataré de convencerte
de la única forma
en que las palabras me brotan.
Intentaré persuadirte
a través de esa única manera,
tan sencilla y concisa; tan mía.
Para que te hagas a la idea.
Quiero que te observes bien,
de mente a esencia
y de los pies a la cabeza.
Quiero que te veas como yo lo hago.
Quizá así reconozcas tu belleza.
Te haré percatarte
de cuánto vales,
para que nunca vuelvas a preguntarte
si eres lo suficiente para alguien.
Te pienso enamorar
a través de mis letras
y sus mensajes.
Te quiero hacer temblar
como tú lo haces,
cuando en mi penetras.
Mírate bien, mujer mía.
Porque has sido creada
para grandes cosas.
Y es totalmente injusto
que la única cegada,
cargando con ajenas losas,
seas tú misma.